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Trastornos de Personalidad

¿En qué consisten las terapias para los trastornos de personalidad?

Son un grupo de condiciones psicológicas que afectan la forma en que una persona piensa, percibe y se comporta, lo que puede generar dificultades en sus relaciones interpersonales, en el trabajo y en su vida diaria. Estos trastornos están caracterizados por patrones persistentes de pensamientos, emociones y comportamientos que son inflexibles y causan malestar o dificultades importantes en la vida de la persona. Existen diferentes tipos de trastornos de personalidad, como el trastorno límite de la personalidad, el trastorno narcisista, el trastorno antisocial, entre otros.

Las terapias para los trastornos de personalidad tienen como objetivo ayudar a los pacientes a comprender mejor sus patrones de pensamiento y comportamiento, modificar aquellos aspectos disfuncionales y mejorar sus relaciones y calidad de vida. El tratamiento psicológico es clave para el manejo de estos trastornos, y las intervenciones suelen ser a largo plazo para lograr cambios duraderos.

Objetivos de la terapia:

  1. Autoconocimiento: La terapia ayuda a los pacientes a explorar y comprender los patrones de pensamiento y comportamiento que están afectando su vida, lo que les permite tener una mayor conciencia de sí mismos.

  2. Mejorar las relaciones interpersonales: Los trastornos de personalidad suelen generar conflictos en las relaciones sociales y familiares. A través de la terapia, se trabajan habilidades de comunicación, empatía y resolución de conflictos, mejorando la capacidad para establecer relaciones saludables.

  3. Manejo emocional: Las personas con trastornos de personalidad a menudo experimentan emociones intensas y difíciles de manejar. La terapia les ayuda a aprender a regular sus emociones, reducir la impulsividad y manejar el estrés de manera efectiva.

  4. Desarrollo de habilidades sociales: La terapia también puede centrarse en mejorar las habilidades sociales, lo que permite a los pacientes interactuar de manera más efectiva en diversos contextos sociales.

  5. Modificación de patrones de pensamiento: El tratamiento busca identificar y modificar los patrones de pensamiento disfuncionales o irracionales que perpetúan los comportamientos y emociones problemáticas.

Enfoques terapéuticos utilizados en el tratamiento de los trastornos de personalidad:

  1. Terapia dialéctico-conductual (TDC): Este enfoque es especialmente útil para el trastorno límite de la personalidad, ya que combina la terapia cognitivo-conductual con técnicas de mindfulness (atención plena). La TDC se centra en ayudar a las personas a aceptar sus emociones intensas mientras trabajan para cambiarlas de manera más efectiva, reduciendo el comportamiento impulsivo y mejorando la regulación emocional.

  2. Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es un enfoque ampliamente utilizado que se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos y los comportamientos disfuncionales. En los trastornos de personalidad, la TCC puede ayudar a las personas a cuestionar creencias irracionales y desarrollar formas más saludables de pensar y actuar.

  3. Terapia psicodinámica: Este enfoque se basa en la idea de que los trastornos de personalidad pueden ser el resultado de conflictos inconscientes o experiencias tempranas. La terapia psicodinámica explora el pasado del paciente, sus relaciones tempranas y cómo estos factores influyen en su vida actual. El objetivo es ganar conciencia de los conflictos internos para mejorar el bienestar emocional.

  4. Terapia centrada en la mentalización (TCM): Este enfoque se centra en ayudar a las personas con trastornos de personalidad a mejorar su capacidad para entender y reflexionar sobre los pensamientos, emociones y comportamientos propios y de los demás. La TCM es particularmente eficaz en el tratamiento del trastorno límite de la personalidad y otros trastornos que implican dificultades en la relación con los demás.

  5. Terapia de grupo: En algunos casos, la terapia grupal puede ser útil para los pacientes con trastornos de personalidad. Esta modalidad ofrece un espacio donde los participantes pueden compartir experiencias y aprender unos de otros. A través de la interacción grupal, los pacientes pueden practicar habilidades sociales y recibir apoyo de sus compañeros.

¿Cuándo buscar terapia para un trastorno de personalidad?

Es importante considerar la terapia si se experimentan dificultades persistentes en las relaciones interpersonales, si se tienen patrones de pensamiento o comportamiento que generan sufrimiento o malestar, o si se enfrenta una sensación constante de inestabilidad emocional. Además, si los síntomas del trastorno de personalidad están interfiriendo en la vida cotidiana (en el trabajo, las relaciones o la autoestima), buscar ayuda profesional es fundamental.

La terapia es un proceso a largo plazo, pero con el compromiso y el tratamiento adecuados, las personas con trastornos de personalidad pueden mejorar significativamente su calidad de vida y establecer relaciones más saludables y satisfactorias.

¿Qué Puedes Esperar de Mí?

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Escucha Activa

Interés por entender el contexto emocional detrás de tus palabras.

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Empatía

Indispensable para entender y compartir tus emociones y mostrar apoyo.

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Objetividad

Asegurando así el respeto al paciente y la evaluación imparcial.

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Confidencialidad

Crucial para generar un entorno seguro y de confianza donde te sientas libre.

Preguntas Frecuentes

Los principales objetivos a tratar en terapia de pareja se centran en mejorar la comunicación asertiva, recuperar la confianza, problemas relacionados con el sexo, diferencias de valores o expectativas en relación a las familias políticas, hijos, finanzas o metas a largo plazo, el saber manejar los conflictos o potenciar la conexión emocional son entre otros los principales motivos de consulta.

Convencer a alguien para ir a terapia no suele resultar eficaz, ya que es necesario que la persona establezca una adherencia y compromiso con el proceso terapéutico para obtener resultados. En los casos en los que la persona con la sintomatología o alteración no quiera asistir a terapia, la asistencia de los familiares, pareja, o compañeros directos de vida de esta persona resulta beneficiosa, ya que se les acompaña y ayuda a gestionar mejor la situación con habilidades o estrategias funcionales y adaptativas en relación al problema en cuestión.

En consulta suelo usar mucho la frase de “no somos responsables de la mayoría de las heridas que se crearon en nuestra infancia pero si de su sanación” o “como padres lo hacen de la mejor forma posible teniendo en cuenta la mochila emocional de cada uno y su historia de vida”, lo importante en todo el proceso terapéutico es tener una mirada compasiva y comprensiva hacia todo lo que vaya aconteciendo, no se buscan culpables, se busca la forma de sanar y reducir el malestar. En todo el proceso terapéutico se va trabajando con el sistema familiar en su conjunto, teniendo sesiones de todo tipo individuales, familiares o con la pareja cuando sea necesario y siempre que el paciente esté de acuerdo, por lo que las pautas e indicaciones son constantes.

Para saber si es necesaria la medicación o no, es necesario identificar con exactitud las posibles causas de la sintomatología presentada, la duración de la misma, la intensidad o el grado de limitación que le conlleva a la persona, los tratamientos anteriores y su eficacia, y sobre todo si se debe a alguna alteración química a nivel cerebral o al manejo inadecuado de estrategias de gestión en la vida misma. Aunque el objetivo fundamental en terapia es que la persona aprenda a manejar su vida sin depender de medicación, en los casos en los que se pueda.