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Ansiedad y Depresión

¿En qué consisten las terapias para tratar la ansiedad y la depresión?

Son dos de los trastornos emocionales más comunes que afectan a personas de todas las edades. Ambos pueden interferir significativamente en la vida diaria, afectando el bienestar físico, emocional y social. Afortunadamente, las terapias psicológicas son una opción efectiva para tratar estos problemas y ayudar a las personas a recuperar el control sobre su vida.

– La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro, pero cuando se vuelve excesiva, persistente e irracional, puede interferir con la vida cotidiana. Las personas que sufren de ansiedad pueden experimentar preocupaciones constantes, miedos intensos o ataques de pánico. Esta condición puede manifestarse tanto a nivel emocional como físico, afectando el bienestar general y la capacidad para llevar a cabo actividades diarias.

– La depresión por su parte, es un trastorno del estado de ánimo que va más allá de sentirse triste o decaído. Implica una sensación persistente de vacío, desesperanza o tristeza profunda, que afecta el pensamiento, el comportamiento y la salud física de quien lo padece. 

Desde mi punto de vista estos casos se deben de abordar desde la gestión emocional. Saber identificar lo que sentimos y qué finalidad tiene es primordial a la hora de reconocer las emociones y saber qué debo hacer con ellas para que no nos generen dichas afecciones.

Objetivos de las terapias para la ansiedad y la depresión:

  1. Identificación de patrones negativos de pensamiento: Las terapias ayudan a los pacientes a reconocer los pensamientos distorsionados o automáticos que contribuyen a la ansiedad y la depresión, y a modificarlos para promover una visión más realista y equilibrada de las situaciones.

  2. Manejo de las emociones: Se trabaja en la comprensión y regulación de las emociones, enseñando a los pacientes a lidiar con el estrés, la tristeza o el miedo de manera más efectiva.

  3. Desarrollo de habilidades de afrontamiento: Las personas que sufren de ansiedad o depresión a menudo tienen dificultades para enfrentar los desafíos de la vida. Las terapias les enseñan estrategias prácticas para manejar el malestar emocional y las situaciones difíciles sin sentirse abrumados.

  4. Restablecer el bienestar general: A través de la terapia, los pacientes pueden mejorar su calidad de vida, restableciendo su energía, motivación e interés por las actividades cotidianas.

Enfoques terapéuticos utilizados en el tratamiento de la ansiedad y la depresión:

  1. Terapia cognitivo-conductual (TCC): Este enfoque es uno de los más efectivos para tratar la ansiedad y la depresión. Se centra en identificar y cambiar los pensamientos y creencias negativas que contribuyen a los trastornos emocionales, así como en modificar los comportamientos que refuerzan estos problemas. La TCC también enseña habilidades prácticas para manejar el estrés y las emociones difíciles.

  2. Terapia de aceptación y compromiso (TAC): Este enfoque se basa en aceptar las emociones y pensamientos difíciles en lugar de luchar contra ellos. La TAC ayuda a las personas a comprometerse con acciones que estén alineadas con sus valores personales, a pesar de las dificultades emocionales que puedan estar experimentando.

  3. Terapia interpersonal (TIP): La TIP se enfoca en mejorar las relaciones interpersonales y la comunicación, ya que las dificultades en las relaciones sociales pueden ser un factor importante tanto en la ansiedad como en la depresión. Ayuda a las personas a mejorar sus habilidades para interactuar con los demás y resolver conflictos.

  4. Terapia de apoyo: A través de este tipo de terapia, los pacientes reciben un espacio seguro y comprensivo para expresar sus sentimientos y recibir apoyo emocional. Es particularmente útil para aquellos que necesitan procesar sus emociones y sentirse escuchados.

  5. Mindfulness y técnicas de relajación: El mindfulness (atención plena) y otras técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación, se utilizan para ayudar a los pacientes a reducir el estrés y la ansiedad, así como a mejorar el enfoque y la conciencia de sus pensamientos y emociones.

¿Cuándo buscar ayuda para la ansiedad y la depresión?

Es importante buscar ayuda profesional si la ansiedad o la depresión interfieren significativamente con la vida diaria, como en el trabajo, en las relaciones personales o en el cuidado de uno mismo. Si los síntomas se mantienen durante un período prolongado o empeoran con el tiempo, la intervención temprana puede ser crucial para evitar complicaciones adicionales y mejorar la calidad de vida.

La terapia ofrece un espacio seguro y eficaz para abordar tanto la ansiedad como la depresión, proporcionando herramientas y estrategias para superar estos trastornos emocionales.

¿Qué Puedes Esperar de Mí?

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Escucha Activa

Interés por entender el contexto emocional detrás de tus palabras.

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Empatía

Indispensable para entender y compartir tus emociones y mostrar apoyo.

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Objetividad

Asegurando así el respeto al paciente y la evaluación imparcial.

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Confidencialidad

Crucial para generar un entorno seguro y de confianza donde te sientas libre.

Preguntas Frecuentes

Los principales objetivos a tratar en terapia de pareja se centran en mejorar la comunicación asertiva, recuperar la confianza, problemas relacionados con el sexo, diferencias de valores o expectativas en relación a las familias políticas, hijos, finanzas o metas a largo plazo, el saber manejar los conflictos o potenciar la conexión emocional son entre otros los principales motivos de consulta.

Convencer a alguien para ir a terapia no suele resultar eficaz, ya que es necesario que la persona establezca una adherencia y compromiso con el proceso terapéutico para obtener resultados. En los casos en los que la persona con la sintomatología o alteración no quiera asistir a terapia, la asistencia de los familiares, pareja, o compañeros directos de vida de esta persona resulta beneficiosa, ya que se les acompaña y ayuda a gestionar mejor la situación con habilidades o estrategias funcionales y adaptativas en relación al problema en cuestión.

En consulta suelo usar mucho la frase de “no somos responsables de la mayoría de las heridas que se crearon en nuestra infancia pero si de su sanación” o “como padres lo hacen de la mejor forma posible teniendo en cuenta la mochila emocional de cada uno y su historia de vida”, lo importante en todo el proceso terapéutico es tener una mirada compasiva y comprensiva hacia todo lo que vaya aconteciendo, no se buscan culpables, se busca la forma de sanar y reducir el malestar. En todo el proceso terapéutico se va trabajando con el sistema familiar en su conjunto, teniendo sesiones de todo tipo individuales, familiares o con la pareja cuando sea necesario y siempre que el paciente esté de acuerdo, por lo que las pautas e indicaciones son constantes.

Para saber si es necesaria la medicación o no, es necesario identificar con exactitud las posibles causas de la sintomatología presentada, la duración de la misma, la intensidad o el grado de limitación que le conlleva a la persona, los tratamientos anteriores y su eficacia, y sobre todo si se debe a alguna alteración química a nivel cerebral o al manejo inadecuado de estrategias de gestión en la vida misma. Aunque el objetivo fundamental en terapia es que la persona aprenda a manejar su vida sin depender de medicación, en los casos en los que se pueda.